Un niño de la ciudad fue a pasar el fin de semana a la granja de su abuelo.
Lo acompañó mientras papá hacía lo que había que hacer en el lugar, asimilándolo todo.
Entonces el abuelo se encontró con una vaca que tenía problemas para parir.
No sabía cómo asimilaría todo el proceso el niño de seis años, pero no le quedó otra opción que continuar con el trabajo de ayudar en el parto.
Cuando el ternero fue “sacado” y la vaca estaba felizmente limpiandolo, papá le preguntó al niño si tenía alguna pregunta sobre lo que acababa de ver.
Al principio, el niño pareció abrumado por la experiencia, pero finalmente preguntó:
“¿Qué tan rápido iba ese ternero cuando golpeó el trasero de la vaca?”