Una maestra estaba trabajando con un grupo de niños, tratando de ampliar sus horizontes a través de la percepción sensorial.
Trajo una variedad de salvavidas y dijo: “Niños, me gustaría que cerraran los ojos y probaran estos”.
Los niños identificaron fácilmente el sabor de las cerezas, los limones y la menta, pero cuando la maestra les dio salvavidas con sabor a miel, todos los niños quedaron perplejos.
“Te daré una pista”, dijo la maestra.
“Es algo que probablemente tu mamá y tu papá se llaman todo el tiempo”.
Al instante, el pequeño Johnny tosió en el suelo y gritó: “¡Rápido! ¡Escúpelos!
¡Son bastardos!