Una vez un ingeniero de software vio un toro tirando de un carro y el granjero dormía tranquilamente en ese carro.
Quedó muy sorprendido al ver esta escena y sin detenerse le dijo al granjero:
“Si el toro se detuviera, no lo entenderías”.
Granjero: Entienda señor, si el toro deja de caminar, la campana no sonará.
El ingeniero pensó por un minuto y dijo.
“¿Pero qué pasaría si este toro se detuviera en un lugar y siguiera moviendo el cuello?
El granjero respondió tranquilamente: ¡Nuestro toro no trabaja en el sector empresarial, señor!