Decidió ir al médico.

Decidió ir al médico.
Una mañana, a John le dolía el codo de tenista y decidió ir a ver al médico.

Cuando llega a la oficina le piden que se haga un análisis de orina.

Se queja pero finalmente lo hace de todos modos.

Unos 15 minutos después, el médico lo llamó a la sala de reconocimiento.

“Hola John, ¿te duele el codo de tenista?” Preguntó el médico.

“¿Oh, la recepcionista te lo contó”? Preguntó Juan.

El médico dice “No, no, en absoluto. Compré una nueva máquina de análisis de orina y me dice todo”.

“Eso es una tontería”, dice John.

El médico le asegura que es verdad y le dice que tome un medicamento y regrese en dos semanas con otra muestra de orina.

La recepcionista le da a John una taza de muestra antes de irse.

Dos semanas después, John se está preparando para ver al médico, pero después de contarle a su familia sobre esta máquina de mierda, deciden gastarle una broma al viejo médico.

John orina en la taza y también lo hacen su esposa y su hija adolescente, luego se masturba dentro de ella.

Mientras está en el garaje, pone un par de gotas de aceite de su varilla medidora en la taza y luego agita todo.

Llega a la oficina y le entrega el vaso de muestra a la recepcionista con una gran sonrisa en su rostro.

Esta vez el médico tarda 30 minutos en llamarlo y el médico parece muy molesto cuando lo llama.

En el momento en que entra a la habitación, el médico dice: “Muy bien, bastardo, tus hijas están embarazadas, tu esposa tiene enfermedades venéreas, tus autos están a punto de tirarse una varilla y si no dejas de masturbarte, tu codo de tenista nunca sanará”.

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