Dos ancianos están sentados en un banco.


Dos ancianos están sentados en un banco del parque.

Una chica joven y ardiente pasa corriendo con un corsé deportivo y unos pantalones cortos diminutos.

Uno de los hombres sonríe y esto atrae a la niña.

“¿Por qué me miras y sonríes, pervertido?” ella dice.

El anciano responde dulcemente: “Querida, no te estoy sonriendo, estoy sonriendo al pensar que no importa lo mal que se ponga el mundo,

Siempre habrá chicas jóvenes y bonitas en verano para animar a un anciano solitario.

La niña responde “awwww, dulce viejo”, se inclina, le da un beso en la mejilla y sigue corriendo.

El anciano se vuelve hacia su amigo y le dice “3 para zip mugley, tu turno”.

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