Dos cazadores iban a cazar alces cada invierno sin éxito.
Finalmente, se les ocurrió un plan infalible.
Obtuvieron un disfraz de alce vaca muy auténtico y aprendieron el llamado de apareamiento de un alce vaca:
El plan era esconderse con el disfraz, atraer al toro, luego quitarse el disfraz y dispararle.
Se instalaron en el borde de un claro, se pusieron sus disfraces y comenzaron a llamar a los alces.
Al poco tiempo, su llamado fue respondido cuando un toro salió del bosque y entró en el claro.
Cuando el toro estuvo lo suficientemente cerca, dijo el tipo que iba delante.
“Está bien, salgamos a buscarlo”.
Después de un momento que pareció una eternidad, el chico de atrás gritó.
“¡La cremallera está atascada! ¿Qué vamos a hacer?”
Dice el chico de delante.
“Bueno, voy a empezar a mordisquear hierba, pero será mejor que te prepares”.