Dos hombres estaban jugando una lenta ronda de golf.

Dos hombres estaban jugando una lenta ronda de golf.
Dos hombres estaban jugando una lenta ronda de golf porque las dos mujeres frente a ellos lograron meterse en todas las trampas de arena, lagos y obstáculos del campo.

No se molestaron en hacerles señas a los hombres para que pasaran, lo cual es la etiqueta adecuada en el golf.

Después de dos horas de espera y espera, un hombre dijo:

“Creo que iré hasta allí y les pediré a esas chicas que nos dejen jugar”.

Salió de la calle, llegó a la mitad del camino hacia las damas, se detuvo, dio media vuelta y regresó explicando:

“No puedo hacerlo. ¡Una de esas mujeres es mi esposa y la otra es mi amante! Quizás será mejor que vayas a hablar con ellos”.

El segundo hombre caminó hacia las damas, llegó a la mitad del camino y, tal como lo había hecho su compañero, se detuvo, se dio la vuelta, caminó hacia atrás y dijo: “Pequeño mundo”.

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