El supervisor de la escuela de la iglesia visitante le pregunta al pequeño Johnny durante la clase de Biblia quién derribó los muros de Jericó.
El pequeño Johnny responde que no lo sabe, pero que definitivamente no es él.
El supervisor, desconcertado por esta falta de conocimiento básico de la Biblia, acude al director de la escuela y le cuenta todo el incidente.
El director responde que conoce muy bien al pequeño Johnny, así como a toda su familia, y que puede dar fe de ellos, y si el pequeño Johnny dice que no lo hizo, él, como director, está convencido de que es verdad.
Aún más consternado, el inspector acude al director regional de Educación y le cuenta toda la historia.
Después de escuchar, responde: “No entiendo por qué le dan tanta importancia a esto; ¡Sólo consigue tres presupuestos y arregla la maldita pared!