Una mujer quiere divorciarse de su marido, por eso habla con su abogado.
Abogado: “Bueno, primero necesitamos una razón, ¿no te está dando dinero?”
Mujer: “si me esconde hasta un dólar, no le cocinaré durante tres días seguidos”.
Abogado: “Bueno, ¿te está golpeando?”
Mujer: “¿Él? Lo tiraría por la ventana, sólo con la mano izquierda”
Abogado: “¿Qué tal ser fiel?”
Mujeres: “¡Ahí es donde lo conseguimos! El segundo hijo no es suyo”.