El pequeño Johnny estaba sentado en un banco del parque disfrutando de un cigarrillo.
Una mujer se detuvo, “disculpe joven, pero le haré saber que eso puede quitarle años de vida”.
“Sin faltarle el respeto, señora, pero le haré saber que mi abuelo vivió hasta la avanzada edad de 104 años”.
“¿Él también fumaba?”
“No, él se ocupaba de sus propios asuntos”.