El pequeño Johnny se despertó en medio de la noche y fue al baño.
De regreso a la cama, pasó por la habitación de sus padres.
Cuando miró hacia adentro, notó que las mantas rebotaban.
Llamó a su papá: “Oye papá, ¿qué estás haciendo?”
El papá respondió: “Jugando a las cartas”.
El pequeño Johnny preguntó: “¿De quién es tu socio?”
El papá respondió: “Tu mamá”.
El pequeño Johnny pasó entonces por la habitación de su hermana mayor.
Nuevamente notó que las mantas rebotaban.
Llamó a su hermana: “Hola hermana, ¿qué estás haciendo?”
La hermana respondió: “Jugando a las cartas”.
El pequeño Johnny preguntó: “¿De quién es tu socio?”
Ella respondió: “Mi novio”.
Un poco más tarde, el papá se levantó y fue al baño con naturalidad.
Al pasar por la habitación del pequeño Johnny, notó que las mantas rebotaban.
Llamó a su hijo: “¿Qué estás haciendo?”
El pequeño Johnny respondió: “Jugando a las cartas”.
El papá preguntó: “¿En serio? ¿De quién es tu pareja?
El pequeño Johnny respondió: “No necesitas un compañero si tienes buena mano”.