Tres amigas, una en una relación casual, otra comprometida para casarse y otra esposa desde hace mucho tiempo, se reunieron para tomar unas copas después del trabajo.
La conversación eventualmente derivó hacia la mejor manera de darle vida a sus vidas amorosas.
Después de mucha discusión, decidieron sorprender a sus hombres participando en un juego de roles sadomasoquista.
La semana siguiente se reunieron nuevamente para comparar notas.
Tomando un sorbo de su bebida, la chica soltera miró de reojo y dijo: ‘El viernes pasado, al final de la jornada laboral, fui a la oficina de mi novio con un abrigo de cuero.
Cuando todas las demás personas se fueron, me lo quité y todo lo que llevaba era un corpiño de cuero, medias negras y tacones de aguja.
¡Estaba tan excitado que hicimos el amor apasionadamente en su escritorio en ese mismo momento!’
La mujer comprometida se rió y dijo: ‘¡Esa es más o menos mi historia! Cuando mi prometido llegó a casa el viernes pasado, me encontró esperándolo con una máscara negra, corpiño de cuero, medias negras y zapatos de tacón de aguja.
Estaba tan excitado que no sólo hicimos el amor toda la noche, ¡sino que quiere adelantar la fecha de nuestra boda!
La mujer casada dejó su vaso y dijo: ‘He planeado mucho. Hice arreglos para que los niños se quedaran en casa de la abuela.
Me di un largo baño de aceite perfumado y luego me puse mi mejor perfume. Me puse un corpiño de cuero ajustado, un liguero negro, medias negras y tacones de aguja de quince centímetros.
Lo rematé con una máscara negra. Cuando mi esposo llegó a casa del trabajo, tomó una cerveza y el control remoto, se sentó y gritó: ‘Oye Batman, ¿qué hay para cenar?