Un cazador salió a cazar búfalos.
Para ayudarlo, contrató a un explorador indio.
Los dos emprendieron su viaje para encontrar búfalos.
Después de cabalgar un rato, el indio se baja del caballo, pega la oreja al suelo y dice “Humm, ven búfalo”.
El soldado examina la zona con sus binoculares pero no ve nada.
Él está confundido y le dice al indio: “No veo nada, ¿cómo sabes que viene el búfalo?”
El indio responde: “Oído pegajoso”.