chistes divertidos
Un hombre entra a un bar y pide una bebida, mientras la prueba, mira y nota que un perro le lame las pelotas.
El hombre no le dio importancia y pide otra bebida.
Pasa el tiempo y el hombre nota que el perro todavía le lame los huevos.
Entonces el hombre mira al camarero y le dice: “Hombre, me gustaría poder hacer eso”. Entonces el camarero mira al hombre y le dice: “¡Adelante, que no muerde!”.
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