Un hombre y su esposa estaban sentados en la sala y él le dijo:
“Para que lo sepas, nunca quiero vivir en estado vegetativo, dependiendo de una máquina y los líquidos de una botella.
Si eso alguna vez sucede, simplemente desconéctelo”.
Su esposa se levantó, lo besó muy suavemente, desenchufó el televisor y tiró toda su cerveza.