Un hombre y su esposa viajan por Florida cuando notan un letrero que les dice que el pueblo al que están ingresando se llama Kissimmee.
Rápidamente empiezan a discutir sobre la forma correcta de pronunciarlo.
“Bésame”, dice el marido.
“Eso está mal”, dice la esposa,
“La forma correcta de decirlo es bésame”.
“No necesariamente”, dice el marido,
“También podría ser kis-a-ME”.
Su discusión continúa cuando entran a la ciudad y deciden detenerse para comprar algo de almuerzo.
El marido decide que ésta es una buena oportunidad para demostrar que tiene razón y resolver la discusión con su esposa.
“Disculpe”, le dice a la camarera del mostrador,
“Mi esposa y yo no sabemos cómo pronunciar correctamente el nombre de este lugar. ¿Podrías decirnos dónde estamos y decirlo despacio para que lo entendamos bien?
“Claro”, dice la camarera.
“Buuurrrgerrrr Kiiiinnnnggg”.