ESPOSA: Cariño, ¿por qué llegas a casa tan temprano con la cara tan larga?
MARIDO: Tuve un día terrible, hoy perdí a todos mis compañeros de trabajo.
ESPOSA: ¡Sangre de Jesús! ¿Qué pasó?
ESPOSO: ¡Hubo un incendio en el túnel y todos murieron!
ESPOSA: ¡Qué lástima! Cariño, doy gracias a Dios por mantenerte con vida. ¿Cómo lo hiciste, querida?
ESPOSO: Querida, fue obra de Dios. Me molestaba el estómago, así que me tomé un descanso para ir al baño.
ESPOSA: Cariño, gracias a Dios estás viva. Que nos hubiera pasado??!! Siento mucha lástima por sus familias, ¿cómo van a sobrevivir ahora?
EL MARIDO: Querida, es una lástima, pero las NACIONES UNIDAS han decidido dar a las familias de los fallecidos 10 millones de dólares a cada una.
ESPOSA: ¡¿Qué?!! ¿Diez millones qué? ¡¡té!! Cariño, no te fue bien oo ¿por qué siempre estás ausente cuando Dios quiere bendecirnos?