En un recreo, un profesor se dio cuenta de que uno de sus alumnos acababa de quedarse inactivo como una estatua desolada.
Queriendo al menos animarlo, la maestra fue donde estaba el niño y se sentó a su lado y le dijo:
“Johnny, ¿qué te pasa? ¿Estás enfermo?”
“No.” Dijo sacudiendo la cabeza.
“¿Así que qué hay de malo?”
“Sólo quiero estar solo”.
“¿Por qué?”
“Nada.”
“Vamos, ¿y si me cuentas una historia?”
“Hmmm”, dijo Johnny, “está bien, te contaré esta historia en cuatro partes”.
“Ahora estas hablando. ¿De qué trata la historia?”
“Se trata de mi mamá y mi papá”.
“¿En realidad? Será genial”.
“Sí. Está en cuatro partes”.
“Genial, ¿de qué se trata la primera parte?”
“Mi mamá y mi papá viajaban ayer a un campamento. En el camino llegaron a un cruce donde el camino se bifurcaba. Papá miró a mi mamá y dijo: ‘cariño, vamos a tomar el giro a la derecha’ pero mi mamá protestó y dijo: ‘¡no, este camino está demasiado embarrado! ¡Gire a la derecha! Rápidamente, papá le dio una bofetada a mi mamá y le preguntó: ‘¿quién conduce? ¿Somos tú o yo?’”
“¡Maldición! Eso fue duro.” Dijo el maestro.
“¿En realidad? Si supieras lo que pasó en la segunda parte”.
“Está bien, ¿qué pasó en la segunda parte?”
“Cuando llegaron al camping, mi papá se fue directo a pescar y mamá estaba en casa. Papá regresó aproximadamente una hora después con cinco tilapias, lo que hizo muy feliz a mi mamá y ella le dijo: ‘bien hecho cariño, tráelas aquí para que te las hierva y te haga un poco de sopa’.
Sin embargo, mi papá protestó diciendo: ‘no’. No. No cariño, no quiero pescado hervido, asalo un poco y luego fríelo…’ antes de que pudiera terminar le cayó una bofetada caliente en la cara y entonces mi mamá le preguntó, ‘¿quién cocina? ¿Somos tú o yo?’”.
“Me parece bien.” Dijo la maestra sonriendo.
“Me gusta lo inteligente que es”.
Johnny se rió y dijo, yo también, pero ahora quiero empezar a contarles lo que pasó en la cuarta parte. Te apuesto que te gustará…” lo interrumpió el profesor.
“¿Por qué cuarta parte? Cuéntame primero lo que pasó en la tercera parte”. Dijo la maestra antes de que una sorprendente bofetada cayera en su rostro.
“¡Maldita sea Johnny! ¿Para que era eso?”
Johnny se rió de ella y dijo: “¿Quién cuenta la historia? ¿Somos tú o yo?