La estación de noticias local estaba entrevistando a una señora de 80 años que acababa de casarse por cuarta vez.
El entrevistador le hizo preguntas sobre su vida, sobre cómo se sentía al volver a casarse a los 80 años y luego sobre la ocupación de su nuevo marido. “Es director de funeraria”, respondió ella.
“Interesante”, pensó el periodista… Luego le preguntó si no le importaría contarle un poco sobre sus tres primeros maridos y a qué se dedicaban.
Hizo una pausa por unos momentos, necesitaba tiempo para reflexionar sobre todos esos años.
Después de un corto tiempo, una sonrisa apareció en su rostro y respondió con orgullo, explicando que se había casado por primera vez con un banquero cuando tenía 20 años, luego con un maestro de ceremonias de circo cuando tenía 40 años, y con un predicador cuando tenía 60 años, y ahora unos 80 años directora de funeraria.
El entrevistador la miró bastante asombrado y le preguntó por qué se había casado con cuatro hombres con carreras tan diversas.
Ella sonrió y explicó: “Me casé con uno por el dinero, dos para el espectáculo, tres para prepararme y cuatro para ir”.