Una dulce anciana está preparando el almuerzo.

Una dulce anciana está preparando el almuerzo.
Un día, una dulce anciana está preparando el almuerzo para su marido.

Ella le había estado preparando el mismo almuerzo durante los últimos 40 años.

Su favorito: un sándwich de pan italiano, elaborado con pavo, queso americano, pepinillos, cebolla, mostaza y mayonesa.

El marido entra a la cocina, se sienta y toma un bocado.

Su esposa pregunta lo mismo de siempre: “¿Cómo está el sándwich, querida?”.

Cada vez daba la misma respuesta: “Sabe bien”.

Continuaría comiendo con una expresión de decepción en su rostro.

Su esposa cree que tal vez sea hora de cambiar un poco las cosas.

Entonces, al día siguiente, ella le prepara su almuerzo normal, solo que esta vez lo prepara con jamón, queso y pan de trigo.

¡Ella pensó que seguramente él disfrutaría esto!

El marido entra a la cocina, se sienta y toma un bocado. Su esposa luego pregunta: “¿Cómo está el sándwich, querida?”

Como siempre, él responde “Sabe bien”.

Continuaría comiendo con una expresión de decepción en su rostro.

Su esposa piensa entonces que tal vez necesite ofrecerle más variedad.

Entonces, al día siguiente, le prepara un sándwich, solo que esta vez está hecho con salami, pepperoni, más verduras y aderezo de vinagreta.

Entra en la cocina, le da un mordisco y la esposa pregunta: “¿Cómo está el sándwich, querida?”.

Como siempre, él responde “Sabe bien” y continúa comiendo con una expresión de decepción en su rostro.

Al día siguiente, cuando se acercaba la hora del almuerzo, su esposa le estaba preparando el almuerzo.

Estaba furiosa por la falta de emoción y disfrute de su marido, por lo que decide que le preparará el sándwich más exclusivo que jamás haya probado.

Prepara su pan italiano, sólo que esta vez lo tuesta y casi lo quema.

Agrega ingredientes aleatorios como mantequilla de maní, pimientos y cebollas, mermelada de fresa, pavo, jamón, carne en conserva, algunas aceitunas y varios condimentos.

Ella pensó: “¡Si esto no provoca una nueva reacción en él, nada lo hará!”

El marido entra a la cocina, toma asiento y le da un mordisco a su sándwich.

De repente, sus ojos se abren y da dos bocados más.

De repente, mira a su esposa con la sonrisa más grande que jamás haya tenido.

Se rió un poco y dijo “¡Por ​​fin! ¡Algo original en este sub!

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