Una pequeña pareja de ancianos de unos ochenta años estaba sentada en el sofá viendo el canal de películas.
Él la miró y le preguntó: “¿Crees que todavía podemos hacer eso?”
“Bueno, ¡seguro que podemos intentarlo!” ella respondió.
Así que se dirigieron al dormitorio arrastrando los pies.
Él fue al baño para arreglarse y ella se quitó toda la ropa en el dormitorio.
Cuando salió del baño, la vio parada cabeza abajo en medio del piso del dormitorio.
“¿Qué estás haciendo, cariño?” preguntó.
“Bueno”, respondió ella, “pensé que si no podías levantarlo, ¡tal vez podrías dejarlo caer!”.