Una joven pareja se casó y se fue de luna de miel.
Después de dos semanas regresaron y finalmente guardaron todos los regalos que recibieron de amigos y familiares.
Como se trataba de una casa nueva, el proceso llevó algún tiempo.
Una semana después, recibieron por correo dos entradas para un espectáculo popular para el que era imposible conseguir entradas.
Estaban muy emocionados y reconfortados por el gesto de la persona que envió esto.
Sin embargo, dentro del sobre solo había un pequeño trozo de papel con una sola línea: “Adivina quién los envió”.
La pareja se divirtió mucho intentando identificar al donante, pero fracasó en el esfuerzo.
Fueron al teatro y se lo pasaron genial.
Al regresar a casa a altas horas de la noche, todavía tratando de adivinar la identidad del anfitrión desconocido, encontraron la casa despojada de todos los artículos de valor.
Y sobre la mesa desnuda del comedor había un papel en el que estaba escrito con la misma letra que el adjunto con las entradas: “¡Ahora ya lo sabes!”.