Una tarde un hombre estaba mirando la televisión.


Una tarde, un hombre estaba en casa mirando televisión y comiendo maní.

Los lanzaba al aire y luego los atrapaba con su boca. En medio de atrapar uno, su esposa le hizo una pregunta y cuando él se giraba para responderle, un maní cayó en su oreja.

Intentó y trató de desenterrarlo, pero sólo logró empujarlo más profundamente.

Llamó a su esposa para pedir ayuda y después de horas de intentarlo se preocuparon y decidieron ir al hospital.

Cuando estaban listos para salir, su hija llegó a casa con su cita.

Después de ser informado del problema, la cita de su hija dijo que podía sacar el maní.

El joven le dijo al padre que se sentara, luego procedió a meter dos dedos en la nariz del padre y le dijo que soplara fuerte.

Cuando el padre sopló, el maní salió volando de su oreja.

La madre y la hija saltaron y gritaron de alegría.

El joven insistió en que no era nada.

Una vez que se fue, la madre se volvió hacia el padre y le dijo:

‘¡Eso es tan maravilloso! ¿No es inteligente? ¿Qué crees que será cuando sea mayor?

El padre respondió: ‘Por el olor de sus dedos, nuestro yerno.

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