Una mujer llega a casa, hace chirriar su auto en el camino de entrada, entra corriendo a la casa, cierra la puerta y grita a todo pulmón:
“Morris, haz las maletas. …. ¡Gané la lotería!
El marido dice: ‘¡Dios mío!
“¿Qué debo empacar, cosas de playa o de montaña?”
“No me importa”, dice.
“Simplemente lárgate”.