Un empleado se sienta en su oficina.


Un empleado del gobierno estatal se sienta en su oficina y, aburrido, decide ver qué hay en su viejo archivador.

Hurga en el contenido y encuentra una vieja lámpara de latón.

“Esto quedaría muy bien en mi repisa de la chimenea”, piensa, así que se lo lleva a casa.

Mientras pule la lámpara, aparece un genio y le concede tres deseos.

“¡Deseo una Pepsi dietética helada ahora mismo!” ¡MARICÓN! Una Pepsi aparece ante él en su escritorio, así que la toma y se la bebe toda de una vez.

Ahora que puede pensar con más claridad, expresa su segundo deseo.

“Deseo estar en una isla donde residan hermosas ninfómanas”. ¡MARICÓN! De repente se encuentra en una isla con hermosas mujeres mirándolo con lujuria.

Luego le dice al genio su tercer y último deseo: “Ojalá no tuviera que trabajar nunca más”. ¡MARICÓN! Está de vuelta en su oficina gubernamental.

Leave a Comment

Exit mobile version