Un ladrón acecha sigilosamente por el salón de la casa en la que acaba de entrar.
Salta del susto cuando de repente escucha una voz detrás de él que le dice: “Ladrón, ten cuidado, Jesús, te vigila”.
Se da vuelta, enfoca el haz de su linterna en la dirección de donde proviene la voz y ve lo que efectivamente la voz le había hecho pensar una vez superado su primer susto: un loro.
El pájaro repite “Crook, ten cuidado, Jesús te mira”
El ladrón se acerca a la jaula y pregunta: “¿Y cómo te llamas?”.
El loro responde “Coco”.
El ladrón se ríe y dice: “Siempre me ha parecido un nombre muy estúpido para un loro”.
El loro responde: “Tal vez, pero ni la mitad de tonto que Jesús para un Doberman”.